Se trata de inversión en un futuro cercano y una salida a la cada veda más cercana situación de desempleo. Al mismo tiempo es una elección personal, no impuesta, y ¿No es el sueño de muchos trabajar en lo que te gusta?
Realmente no debería ser necesario que este tipo de decisiones tengan como origen un drama como es el despido, ni siquiera el simple temor a este final tras una larga carrera en la empresa. Debemos ser capaces por nosotros mismos de cambiar el rumbo de nuestra vida sin que nos veamos acuciados a ello por los avatares del destino cualesquiera que sean.
Por suerte este no es mi caso y la decisión fue previa a ese momento. Ahora, mientras compañeros ven oscuro su futuro, yo puedo mirar al frente con optimismo al tener una salida a tan negro panorama.
Un compañero de curso (@vmbustillo) que se ha iniciado en el mundo de los Blogs, comentaba así su estado en el primero de sus Post:
“Todavía me encuentro en los más tiernos orígenes de lo que espero que antes o después sea una empresa próspera, dinámica y con valores. Hay quién piensa que estoy loco, que arriesgo mucho, que puedo perder mi gran trabajo. Yo pienso que estoy más vivo que nunca, que tengo sueños e ilusiones y que antes o después los voy a cumplir.”
Me he sentido completamente identificado con su/nuestro proyecto que otros denominarían sueño y esperemos que en breve, sea una realidad.
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